

Cualquier padre-madre vive con emoción los goles que marcan sus hijos; en mi caso, me emociona ver la valentía con la que mi hija se enfrenta a los contrarios, sacando el cuerpo del agua, con los brazos abiertos, a cara descubierta y exponiéndose a verdaderos cañonazos de tiradores como los del equipo de Rubí, o los del número 12 de la Concepción, los del número 4 del Elche o los del número 2 del Portugalete, a quien conseguimos ganar por 8 a 5, gracias al excelente trabajo de todo el equipo.
Por último, resaltar el buen ambiente general del torneo y de los familiares que hemos acompañado a nuestros jugadores. Gracias Victor, Javi, Raquel y familia y, en especial, al grupo que hemos compartido “pisito de estudiantes”, desayunos y cenas; hemos dormido poco, pero lo hemos pasado genial, ha sido una grata convivencia con un montón de risas y buen rollo. Gracias María José, Delfi, Rosa, Jose (hijo), Jose (padre), Juanra, Leo y Marín (patrocinador en ciernes).
Muchas gracias.
Saludos cordiales